Foto: Dersuss "El Señor de las Nubes"
Valdeolea-Cantanbria
Emborracha el odio, corre en nuestras venas
colapsando arterias, depositando ira
en el intelecto, y el resentimiento
forma una coraza, de ego y de dudas,
que empequeñece el alma y nubla la razón.
Acotado el amor, se va replegando
y encuentra su hueco, en el corazón.
El odio es rotundo, terco
insistente, totalitario y crúel.
Sólo el amor, con su tolerancia
ingenuo, generoso y libre,
posee el valor de acercarse a él.