Instantes,
no hay dos iguales.
Instantes que tienen alma,
instantes que a veces son
como tu te imaginaste.
Instantes para perdernos,
y otros para encontrarse.
Instante humilde y precioso,
aquel en que tu vibrabas
para el silencio perfecto,
conformarme.
para sentir un deseo,
para encendernos la sangre.
Instantes que agita el viento,
y que nos llenan el aire.
Instantes en que tu mente,
se regocija en castastre,
que te viste de pesares,
y congela los andares.
Paralizantes, ingratos
los que pierdo en esperar
sabiendo que me condeno
que me escondo en lo cobarde,
escapando de presentes,
dell gozo de disfrutar,
solo y ahora,
este instante.
Instantes,
no hay dos iguales,
ni falta que hace.
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Un instante que pare otro instante en un suicidido permanente de un rosario de otros muchos... Un montón de cuentas que contando añaden horas, minutos, segundos... Un segundo no es apenas, y muchísimos tampoco son tantos... Cubierto el cupo todos juntos no es sino un cadaver caduco... Por eso, degusta este como si fuera el último, por si acaso no me equivocara en esta apreciación macabra.
ResponderEliminar¿alguien sabe que fue del blog de Pili?
ResponderEliminarel final realmente es tuyo? "ni falta que hace"
ResponderEliminarpor favor no cambies!
Con afecto,