No, decididamente no te necesito,
pero mis ojos esperan un susurro de tus manos,
mis manos ansían sorprender tu voz de mago,
que se quiebre tu garganta al sostenerte,
el bastón con que afianzas, tantos pasos.
No me haces falta,
pero mi pecho se agranda al evocarte,
deseando recogerte las lágrimas y el llanto,
unirlas con las mias, y al juntarlas
construirnos un lago de presentes,
sin pensar en bañarnos al ocaso.
No añoro nada,
pero a veces, sorprende mi sueño
un aroma, un tono de voz, una mirada,
un abrazo devolviendo una caricia.
Puedo vivir sin tí, pero mejor lo hago
Si sonríes a mi lado.
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Porque no te hiciera falta eso sería posible, porque si así no fuera... Te quejarías al sentirse presa de mi presencia eterna e impuesta.
ResponderEliminar¿sin pensar bañarnos al ocaso?
ResponderEliminarbonita construcción
te deseo felicidad cuando sonrías a sulado
Puede ser esa presencia, que si está no te molesta, si no está la echas de menos, no te empuja, te acompaña. No te impone, te sugiere. No hace falta que le hables y te entiende.
ResponderEliminarNo hablo de un pekinés...
Saludos desde el purgatorio del mercurio...
qué imagen tan bonita evocas,... alguien a quien adoras y quieres,al que prefieres vivir con su sonrisa a tu lado, aunque puedes vivir sin él.
ResponderEliminarprecioso, Esperanza.
Es un PLACER inmenso acariciarte en tus palabras.
ResponderEliminarLa pasión y la vida que desprendes, me llena de alegría, siempre.
Un beso, Pilar
HERMOSO!!!!!!! una belleza
ResponderEliminarmuchas,gracias, por dejar un comentario en mi blog,sos muy amable y gracias por tu energía!la tomo!
un abrazo
lidia-la escriba