sábado, 16 de marzo de 2013

Rendición.

Aquietada, doblegada, de rodillas,
depuestas las armas de las dudas
 y el escudo de la desolación,
desmenuzadas, pacientemente digeridas
una a una, las uvas de la ira,
derribados los muros de la autocompasión,
Me acojo al sol de la aceptación
Me rindo ante mí misma. 

1 comentario:

  1. Es un poema no solo lleno de contenido, además es precioso.
    N0 sé por que no escribes con más frecuencia.Sabes, porque me conoces, que en una afirmación gratuita (que tú no me pides) no podría mentir:
    ¡Sigue contando tus sentimientos y y tus cosas al mundo!
    Un beso

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